Ernesto Guevara de la Serna, el Che, nació en 1928 en Rosario
(Argentina). A los dos años, después de una grave enfermedad, se le diagnóstica
una afección asmática que hace que su familia decida trasladarse a la provincia
de Córdoba, donde transcurren su infancia y adolescencia. Tras el comienzo de la Guerra Civil
Española, su padre, Ernesto Guevara Lynch, crea un comité de ayuda a los
republicanos españoles que despierta sus inquietudes infantiles y le hace tomar
contacto, por primera vez, con la realidad política y social. En 1947 se
traslada con su familia a Buenos Aires. Habiendo sido declarado no apto para
realizar el servicio militar, Guevara ingresa en la Facultad de Medicina,se
gradua en 1953 y comienza a interesarse por la política, aunque no milita en
ningún partido. Sus padres se separan y él permanece junto a su madre y sus
tres hermanos en una vieja casona. Es en este mismo año cuando realiza su
primera gran aventura: recorrer la
Argentina en una bicicleta a la que añadió un pequeño motor.
En 1951 emprende, junto a su
amigo, el médico Alberto Granado, un viaje en motocicleta comenzando por el sur
argentino y siguiendo viaje hacia el norte pasando por Chile, Bolivia, Perú,
Colombia, Venezuela, desde donde viaja en avión a Miami —donde permanece un mes— para regresar finalmente a Buenos Aires. La experiencia,
recogida en un cuaderno y publicada recientemente como Mi
primer gran viaje, es el primer contacto directo de Guevara con la
realidad social latinoamericana. El contacto con las condiciones extremas
en que sobrevivían los mineros chilenos y su trabajo en la leprosería peruana
de San Pablo, a orillas del Amazonas, fueron momentos cruciales para la
formación de la sólida ideología revolucionaria que ya nunca lo abandonaría.
En México gracias a su futura
mujer, conoce a Raúl Castro. En julio de 1955 llega a México Fidel Castro,
liberado de la prisión de la Isla
de Pinos, quien designa a Guevara como médico de la expedición que se propone
formar, con el objetivo de regresar a la lucha revolucionaria en Cuba.
Finalmente se produce el desembarco de los ochenta y dos combatientes que
forman la columna en la isla, sufriendo el grupo una derrota y Guevara recibe
dos heridas de bala sin consecuencias. La primera victoria de los guerrilleros
se produce el 17 de enero de 1957. Finalmente, el 1 de enero de 1959, Batista
parte al exilio, las fuerzas revolucionarias de Fidel Castro entran victoriosas
en La Habana.
El 3 de enero de 1961, los Estados
Unidos anuncian la ruptura de relaciones con el gobierno cubano. En febrero del
mismo año, Guevara acepta ser Ministro de Industria y el 17 de abril se produce
la invasión de Bahía Cochinos (Playa Girón), donde Fidel proclama el carácter
socialista de la
Revolución Cubana. Ante la derrota yanqui, el Che dirá:
«...es la primera derrota del imperialismo en América Latina y en escala
mundial.»
Su papel en el proceso de la Revolución Cubana
es cada vez más importante y en 1962 compone, junto a Fidel y Raúl Castro,
Osvaldo Dorticós, Blas Roca y Emilio Aragonés, la Dirección Nacional
de las Organizaciones Revolucionarias Integradas. En octubre de ese año se
produce la llamada «crisis de los mísiles», cuando el gobierno estadounidense
denuncia la presencia de armamento soviético en la isla. El conflicto termina
con la retirada soviética, lo cual pone en solfa el alcance del apoyo de Nikita
Kruschev al gobierno de Fidel Castro, a pesar de los zapatazos que el dirigente
soviético propinó en una mesa de la
O.N.U. En junio de 1963, Guevara llega a Argelia y en 1964
preside la delegación cubana ante la Asamblea General
de las Naciones Unidas y viaja nuevamente a Argel, donde se entrevista con Ben
Bella.
A finales de noviembre, el Che y el resto de cubanos,
salen del Congo, después de siete meses de una guerra absurda y ajena. En ese
país, con el nuevo nombre de Zaire, toma el poder Mobutu.
El Che ya no quería volver a Cuba y en Dar es Salaam, en la embajada cubana, recupera energías y reflexiona sobre la experiencia congoleña. Fidel, con cierta culpabilidad y obligado, sin duda, por su enorme popularidad en la isla, le pide que vuelva.En agosto de 1966 entra en Bolivia con una credencial de observador de la OEA, afeitado y calvo, luciendo gafas. Ahora es Ramón Benítez. El 8 de octubre de 1967, tras ser herido en una pierna cae prisionero, en un lugar denominado quebrada del Churo, por una patrulla de rangers con mando norteamericano y posteriormente es asesinado, en la escuela de de La Higuera, según las órdenes del régimen boliviano, presionado —al parecer— por la C.I.A. Luego se exhibe su cuerpo a los periodistas y curiosos en un lavadero, antes de enterrarlo en un lugar que no fue descubierto hasta 1997; se le cortan las manos para que no pueda ser posteriormente identificado mediante las huellas dactilares.
Ernesto Guevara de la Serna, conocido como el Che, el apodo que recibiera de sus compañeros de guerrilla en la Sierra Maestra, entra en la historia para siempre y su imagen recorre el mundo como un símbolo de la libertad y de la lucha contra la opresión. Su inmortal imagen, retratada por el fotógrafo cubano Alberto Korda, se comercializa en camisetas, banderas y recuerdos en ferias y tiendas del mundo entero, pero este reducionismo consumista no podrá ocultar a las nuevas generaciones la fuerza y el temple de un hombre que cambió la figura del revolucionario.
En la carta de despedida a sus padres, decía el Che: «Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante; vuelvo al camino con la adarga al brazo... Muchos me dirán aventurero, y lo soy; sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades.
El Che ya no quería volver a Cuba y en Dar es Salaam, en la embajada cubana, recupera energías y reflexiona sobre la experiencia congoleña. Fidel, con cierta culpabilidad y obligado, sin duda, por su enorme popularidad en la isla, le pide que vuelva.En agosto de 1966 entra en Bolivia con una credencial de observador de la OEA, afeitado y calvo, luciendo gafas. Ahora es Ramón Benítez. El 8 de octubre de 1967, tras ser herido en una pierna cae prisionero, en un lugar denominado quebrada del Churo, por una patrulla de rangers con mando norteamericano y posteriormente es asesinado, en la escuela de de La Higuera, según las órdenes del régimen boliviano, presionado —al parecer— por la C.I.A. Luego se exhibe su cuerpo a los periodistas y curiosos en un lavadero, antes de enterrarlo en un lugar que no fue descubierto hasta 1997; se le cortan las manos para que no pueda ser posteriormente identificado mediante las huellas dactilares.
Ernesto Guevara de la Serna, conocido como el Che, el apodo que recibiera de sus compañeros de guerrilla en la Sierra Maestra, entra en la historia para siempre y su imagen recorre el mundo como un símbolo de la libertad y de la lucha contra la opresión. Su inmortal imagen, retratada por el fotógrafo cubano Alberto Korda, se comercializa en camisetas, banderas y recuerdos en ferias y tiendas del mundo entero, pero este reducionismo consumista no podrá ocultar a las nuevas generaciones la fuerza y el temple de un hombre que cambió la figura del revolucionario.
En la carta de despedida a sus padres, decía el Che: «Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante; vuelvo al camino con la adarga al brazo... Muchos me dirán aventurero, y lo soy; sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades.